jueves, 28 de enero de 2010

" RUMBO A MILANO"


¿Alquilamos un coche y nos vamos a Milán?
Y un rotundo "Sí" suena con ímpetu espartano. El motivo primordial del viaje fue la disputa del clásico partido de Champions League que enfrentó a Milán Vs Real Madrid.
La idea de ir en coche y de ser yo el conductor me hizo dudar durante dos segundos, pero al tercero mi cabeza empezó a llenarse de situaciones que podría brindarme el viaje junto a mis dos conculinas en nuestro coche y otros dos coches más repletos de amigos, y me hice partícipe de tal entrañable locura.
LLegamos tarde a recoger el coche, y nos informan que ya no tenían disponible el coche que habíamos alquilado previamente a través de internet. En consecuencia nos dicen que como ya se había pagado nos tenemos que conformar con un BMW serie 1 en detrimento de nuestro Seat Panda. Con lo cual no podía empezar tan mal y bien el viaje.
La conducción en tierras boloñesas deja bastante que desear. Me inducía en una selva de ruedas durante unos 200 kilómetros que es la distancia que nos separaba desde Bolonia. El camino era muy tranquilo, cuatro carriles componen la autopista en una recta interminable.
Al llegar a la ciudad vimos el estadio de San Siro, estadio que alberga a los dos equipos de la cuidad, Inter de Milán y Milán.
Observamos el gran tránsito y la gran espectación que causan estos partidos, nosotros alzábamos una bandera del Real madrid y la cara pintada con la bandera de Hispania, por lo que nos ganamos la bronca de algún que otro malhumorado hincha.
Ya en los adentros del estadio el rugido y el fervor de las más de 80.000 voces que gritaban al unísofo sus canticos me dejaron atónito.
El partido quedó finalmente en 1-1, ya que fue en las gradas donde ganamos por goleada, una experiencia con todo nuestro grupo que eclipsó por completo el partido por su múltiples comentarios y demás actos que no propiciaban otra cosa que no fuese la de reir y sonreir.
Tras el partido y estar esperando casi una hora a que los aledaños del estadio se despejasen y poder transitar entre el barullo de coches, decidimos a dar una vuelta por la cuidad.
Visitamos el Duomo, y su fachada recubierta de mármol de color rosa ofrece un bosque de pináculos y chapiteles de gran impacto visual.
Tras todo esto retornamos a la exigente vida erasmus y en busca de otra disparatada locura aventura, que pronto se avecinaría.

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