domingo, 25 de octubre de 2009

"BOLOGNA CIUDAD, CIUDAD DE BOLOGNA" PARTE I




Esta entrada va a servir para describir grosso modo los aspectos más jautos de Bolonga.


Enfundada mi clámide y mis abarcas era hora de ir descubriendo lo más variopinto de la cuidad.

La primera cosa que me resulto curiosa fue el autobús, subo con toda la naturalidad del mundo y me acerco al chofer para efectuar el correspondiente pago del viaje, ya observé ciertas duda porque él estaba metido en una cabina de metacrilato y al dirigirme a él me comento que debía de ir a una máquina expendedora de ticket que por un euro me daba el pase, al ver que la gente entraba y él no se preocupaba de comprobar si la gente hacia lo correcto en la máquina, no page y mi primer viaje fue gratis, más tarde hablando con amigos, me explicaron que se puede hacer lo que hice, pero se corre el riesgo pues de cuando en cuando pasa un regidor que pide los tickets y el iluso o ilusos que no lo tengan deben de pagar una sanción, la cual oscila entre los 30 y 40 euros, pero para mi sorpresa es que me dicen que es preferible pagar una multa por los servicios prestados, pues corre más cuenta no pagar ningún viaje y pagar la multa que al fin y al cabo es mas económico, me comentaron que como media se suele multar de una a dos veces por año, por tanto de ser cierto si es más económico, así que todos mis viajes en autobús los realizo de forma clandestina y asumiendo el riesgo, algo que me hace sentirme mas apoteósico por quebrantar una regla.

La cuidad es sí es muy antigua, y algo descuidada, no me refiero a limpieza, pues desde temprano empiezan a limpiarla y se aprecian bastantes camiones de basura y mangueras que limpian diariamente las aceras y la calzadas, me refiero a las fachadas de comercios y casas.

En cualquier esquina existe un grafiti, y encima bastantes feos, generalmente son nombres o expresiones desacordes al régimen político general de Italia, algo que de no estar , sin duda darían otro toque a la cuidad, pero es que viendo los viajes náuticos de investigación se da el Tito Berlusconi, más le valdría destinar el dinero a una faena más necesaria como rejuvenecer la cuidad así como su conservar las grandes fachadas y los soportales que abundan en todas las calles, aunque sé que es algo ciertamente bastante arcano e insoslayable.

Tras esta narración infausta, no podía dejar pasar el trafico, es horrible a la vez que detestable, los pasos de peatones están por estar y no los respetan, lo cual me hace crear una visión de los conductores bastantes estresantes, es como si anduviesen con bastante prisa.

Lo bueno que tiene es que la gente va en bicicleta, utiliza la bicicleta, nunca he podido observar tantísimas bicicletas enganchadas por candados, en cualquier parte de la cuidad donde no las puedan substraer, existe una bicicleta amarrada. Por ahora esto es lo más peyorativo de la cuidad, en la siguiente entrada hablaré, por supuesto, de lo más significativo y lo que más me impresionó, que no es poco.

martes, 20 de octubre de 2009

" EN BUSCA DE PISO PERDIDO"


Tras el aterrizaje, el siguiente paso era buscar un sitio donde por ende iba a pasar la mayor parte de mi estancia, pero era ya tarde y solo podía acceder a un hotel, más aun cuando el temor de sentirte desubicado infunde una extraña sensación en ti.

Accedí a pasar la primera noche en un hotel, y ya por la mañana junta mis amigos de peregrinaciones, iniciar la ardua tarea de ver pisos, hablar con el casero en italiano y demás menesteres propios de la experiencia.

Los peregrinos errantes como yo, Menchu que había conocido a través de internet y conocido in situ mientras facturaba mis maletas, y Teresa que había conocido nada más aterrizar el avión, nos proponíamos a comenzar la andadura.

La andadura nos costó cuatro días y encontramos de todo, he de señalar que aquí la gente intenta alquilar cualquier cosa, es un gran negocio para ellos, con un idiolecto bastante macarrónico y asendereado. Pero nosotros sabíamos que aun había sol en las bardas y con nuestro sentimiento de bienquerencia estábamos dispuestos a superar la situación, para nada cómica y para nada segura.

Señalar también que la gente que viene de Erasmus viene con un propósito de auxilio, pues mi segunda noche la pase en una casa con David, un chaval de córdoba que me ofreció su casa para darme cobijo, en esa casa había diez personas más, que como yo, vagaban por un océano eviterno.

La tercera noche la pase junto a Alberto, un chaval de Madrid que me ofreció también alojamiento e indicaciones sobre más pisos, y una hospitalidad apabullante.

Mientras tanto, la mañana y tarde, era exclusiva para realizar papeleos en la facultad, una burocracia bastante más que pasota que la española y ya es decir… al mismo tiempo que te tienes que preocupar de buscar piso de allí para acá.

Los caciques de las casas, casi todos, piden lo impensable y no piensan lo que dicen y ofrecen, muy atrevidos en la logomaquia y en el euro.

Ya cansados de ir y venir y no llegar a ningún lado, encontramos la última posibilidad del día, y de la semana, pues en los fines de semana la gente no muestra pisos y tendríamos que ir a la buena aventura.

Llamamos por teléfono y quedamos a una hora, como de costumbre, nos recibe Pablo un chaval brasileño que nos ofreció cobijo y habitar la casa de forma inmediata, la casa está en el mismo centro de Bolonia, es muy amplia y acogedora y cerca de la fiesta y la facultad.

Le dijimos que nos la quedábamos y nos dio las llaves para hacer copias, mientras los demás iban a por birras para festejarlo y poder descansar embriagados.

viernes, 2 de octubre de 2009

" EL COMIENZO".


" Ha llegado ya la hora y por megafonía, claman mi presencia para que el vuelo 4337 destino Bolonia pueda despegar.
Mi asiento junto a la ventanilla me permite otear la fusión entre cielo y tierra, con unas vistas espectaculares, una sensación como si conforme el avión ascendia todo abajo quedaba inmóvil, en calma. Aún así, ya estaba en Bolonia.
Mi primera sensación fue una irisación que recrorrió todo el interior de mi cuerpo.
Sentía una cierta tendencia boecia de hombre práctico, pero había venido a equivocarme y con el diccionario en mano; estaba de sobra preparado.
Comienzo mi andandura en tierras de bolonia con una expresión boquiabierta e impávida, por un lado porque había imaginado bastantes noches aquel paisaje, y para nada era el esperado, todo era como un cuadro y con una escasa neblina.
Por otro lado la intranquilidad de saber que la aventura había comenzado, con una mezcla de incredibilidad, pues hasta días posteriores no asumí mi ubicación.
Estaba en Bolonia y todo aquí es diferente, la ciudad tiene siete secretos que la gente tiene que ir descubriendo, a día de hoy ya sé cuatro., pero eso será otro apartado para más adelante, mientras tanto, seguiré viviendo."