domingo, 13 de diciembre de 2009

“ VIAJE A PARÍS “




La vida Erasmus nos brinda oportunidades para acrecentar nuestro Erasmus particular y hacer gala de su significado.

El Erasmus facilita la movilidad académica superior para estudiantes universitarios dentro de los estados miembros de la Unión Europea.

En mi caso me ofrece una oportunidad de vivir en otro país, Italia. Una oportunidad que me aporta obtener una visión más amplia con el transcurso de los días, de la gran diversidad cultural existente en cada país.

El destino de nuestro viaje fue parís, capital de Francia, Lutecia para los romanos, y más momentos cruciales en el devenir de la humanidad.

Pues el siglo XVIII forma una etapa brillante en la historia, hechos como la toma de la Bastilla y la posterior Revolución Francesa, son clara muestra de esa repercusión.

París es el destino turístico más popular del mundo, pues alberga monumentos muy admirados y conocidos.

Tuvimos la posibilidad de ver la Torre Eiffel, 325 metros de altura, que fuera parte de su atractivo turístico sirve como emisora radiofónica y televisiva en la actualidad. Y un espectáculo visual por la noche inigualable. Existía una cola interminable para entrar y el precio oscilaba entre los 4 y 12 leuros. Pues puedes subir a tres niveles, el primero a 57 metros, segundo a 115 y tercero a 324.

La catedral de Notre-Dame, que tantas láminas de historia del Arte me hicieron conocerla, la tuve ante mí. La fachada me miraba con sus tres portales, su galería de los reyes, su rosetón, otra galería, y sus torres. Ya en su interior quedé fascinado por su magnitud y belleza.
Pues sus vidrieras, su órgano principal, cuyo nombre es François, su estatua de Juana de arco y un sinfín de detalles.

Nuestro próximo objetivo fue Los inválidos originalmente erguida como residencia real para soldados inválidos, lisiados e ancianos, y albergando en la actualidad diversos museos aún por conocer, el mausoleo donde descansan los restos de Napoleón Bonaparte, su hijo Napoleón II y su hermano José I de España. Ese fue el escenario en el cual dispusimos a comer, pues allí bajo el sol que hace brillar a París, todos alegremente tomamos bocado en el césped de aquel paisaje especial.

Oteamos todos el arco del triunfo, aquel que en 1805 mandó construir Napoleón Bonaparte en honor a la victoria en Austerlitz. Una imagen colosal y un desfile de tropas imaginativas transcurrían por mi cabeza distraída un poco por una conversación de sabios que un banco se mantenía.

Otro lugar al que no quería faltar era el Museo del Louvre, no completamente pues te puedes perder en él durante días, pero si vimos a rasgos muy generales lo más variopinto del museo.
Nosotros entramos por el acceso que desde el mismo metro te permite, aunque vimos más tarde la entrada principal con su correspondiente piradme famosa de cristal. En mal lugar, pues desde mi punto de vista desentona drásticamente con la fachada original, una construcción del S.XII que se convirtió en residencia real tras un paso por ser el viejo castillo del Louvre.
Dimos un repaso fugaz por la esculturas que abarcan desde las civilizaciones antiguas de Mesopotamia y Egipto hasta el neoclásico. En pintura el cuadro de la Gioconda tendrá todas sus leyendas pero a mí me dejó mucho que desear, muy pequeño y alejado con una mampara de cristal a prueba de chinos con flashes y poco más. Así que en general el museo es para conocerlo y perderte por sus pasillos.

Visitamos el barrio de Montmartre, situado en una colina desde la que se divisa parte de París bañada de luces, bellísima. Un barrio que desprende calor por parte de diversos artistas que pintan cuadros, realizan conciertos de Jazz como en el que tuvimos la suerte de presenciar “En las calles de parís jazz con la peña”.

Por tanto la visita a París me ha ofrecido la posibilidad de brindarme unas sensaciones desconocidas para mí, que al mismo tiempo me han dejado huella, una experiencia única y más aún cuando la visitas con gente que comparten esa estupefacción contigo. Pues han sido muchos momentos de locura y desenfreno, que ni sacado de lo surrealista.

sábado, 14 de noviembre de 2009

"BOLOGNA CIUDAD, CIUDAD DE BOLOGNA" PARTE II "


Tras la descripción de Bologna a niveles más peyorativos, me invocaré ahora por su más lejana historia y tradición.
Bologna es la también llamada ciudad roja, sobrenombre considerado así desde la segunda guerra mundial, pues fue el eje vertebrador del partido comunista en oposición a los partidos fascistas, un sobrenombre que le viene concebido por sus tejas y fachadas, donde predomina este color, el rojo.
Otro sobrenombre por el que se es conocía es por bologna la docta, en este caso por su universidad, pues la cuidad alberga la universidad más antigua de occidente que data de 1808. Donde tengo la oportunidad de recorrer pasillos que antaño recorrieron personalidades como Dante Alighieri, Thomas Becket, Erasmo y Nicolás Copérnico.
Tengo que reseñar que el casco antiguo medieval más grande de Europa tras Venecia, es el de bologna, una cuidad aun por conocer y visitar. Un casco que te hace apreciar un eco salvaje de pasos de tropas romanas, a la vez que miras con pavor la extraña civilización que la frecuenta hoy día. Las calzadas romanas con sus empedrados por capas, pues primeramente se utilizaban piedras gruesas como cimientos, posteriormente se añadía otra cuya función era de drenaje y se añadía arena para nivelar. Las calzadas romanas ejercían de eje del imperio para conectarse a él desde todas partes, ofrecer una gran mejoría en el comercio, y permitía que el ejército se moviera de manera más segura y rápida.
Pues bien ese empedrado me da una sensación de meliflua, pues si supiera que me esas piedras me hablarían, gustosamente me quedaría a dormir en ellas.
Culturalmente hablando la cuidad ofrece un gran abanico de posibilidades que permite que el alma nervuda se impregne de una gran nostalgia que te hace permanecer en un estado estafermo frente a ellas.
Hablo de la iglesia de santo Stefano, un iglesia formada por siete iglesias, el pórtico de San Luca que es el más largo del mundo que consta de 666 arcadas y con una longitud de 3.500 metros, y como no Garisenda y Asenelli, que son las dos torres de la cuidad y por suerte muy cercanas a nuestras casa, ya que por más que paso no dejo de inclinar la vista.
La gente aquí pues es de aquí, es decir es un tipo de cultura bastante mercachifle para la gente y con cierto aire de milicia, pero en el fondo son personas de bastante veniales, será sin duda un paralogismo de la gente. Pues en mi caso no he tenido demasiados desencuentros solo los justos y por seguro necesarios. Arrideverchi.

domingo, 25 de octubre de 2009

"BOLOGNA CIUDAD, CIUDAD DE BOLOGNA" PARTE I




Esta entrada va a servir para describir grosso modo los aspectos más jautos de Bolonga.


Enfundada mi clámide y mis abarcas era hora de ir descubriendo lo más variopinto de la cuidad.

La primera cosa que me resulto curiosa fue el autobús, subo con toda la naturalidad del mundo y me acerco al chofer para efectuar el correspondiente pago del viaje, ya observé ciertas duda porque él estaba metido en una cabina de metacrilato y al dirigirme a él me comento que debía de ir a una máquina expendedora de ticket que por un euro me daba el pase, al ver que la gente entraba y él no se preocupaba de comprobar si la gente hacia lo correcto en la máquina, no page y mi primer viaje fue gratis, más tarde hablando con amigos, me explicaron que se puede hacer lo que hice, pero se corre el riesgo pues de cuando en cuando pasa un regidor que pide los tickets y el iluso o ilusos que no lo tengan deben de pagar una sanción, la cual oscila entre los 30 y 40 euros, pero para mi sorpresa es que me dicen que es preferible pagar una multa por los servicios prestados, pues corre más cuenta no pagar ningún viaje y pagar la multa que al fin y al cabo es mas económico, me comentaron que como media se suele multar de una a dos veces por año, por tanto de ser cierto si es más económico, así que todos mis viajes en autobús los realizo de forma clandestina y asumiendo el riesgo, algo que me hace sentirme mas apoteósico por quebrantar una regla.

La cuidad es sí es muy antigua, y algo descuidada, no me refiero a limpieza, pues desde temprano empiezan a limpiarla y se aprecian bastantes camiones de basura y mangueras que limpian diariamente las aceras y la calzadas, me refiero a las fachadas de comercios y casas.

En cualquier esquina existe un grafiti, y encima bastantes feos, generalmente son nombres o expresiones desacordes al régimen político general de Italia, algo que de no estar , sin duda darían otro toque a la cuidad, pero es que viendo los viajes náuticos de investigación se da el Tito Berlusconi, más le valdría destinar el dinero a una faena más necesaria como rejuvenecer la cuidad así como su conservar las grandes fachadas y los soportales que abundan en todas las calles, aunque sé que es algo ciertamente bastante arcano e insoslayable.

Tras esta narración infausta, no podía dejar pasar el trafico, es horrible a la vez que detestable, los pasos de peatones están por estar y no los respetan, lo cual me hace crear una visión de los conductores bastantes estresantes, es como si anduviesen con bastante prisa.

Lo bueno que tiene es que la gente va en bicicleta, utiliza la bicicleta, nunca he podido observar tantísimas bicicletas enganchadas por candados, en cualquier parte de la cuidad donde no las puedan substraer, existe una bicicleta amarrada. Por ahora esto es lo más peyorativo de la cuidad, en la siguiente entrada hablaré, por supuesto, de lo más significativo y lo que más me impresionó, que no es poco.

martes, 20 de octubre de 2009

" EN BUSCA DE PISO PERDIDO"


Tras el aterrizaje, el siguiente paso era buscar un sitio donde por ende iba a pasar la mayor parte de mi estancia, pero era ya tarde y solo podía acceder a un hotel, más aun cuando el temor de sentirte desubicado infunde una extraña sensación en ti.

Accedí a pasar la primera noche en un hotel, y ya por la mañana junta mis amigos de peregrinaciones, iniciar la ardua tarea de ver pisos, hablar con el casero en italiano y demás menesteres propios de la experiencia.

Los peregrinos errantes como yo, Menchu que había conocido a través de internet y conocido in situ mientras facturaba mis maletas, y Teresa que había conocido nada más aterrizar el avión, nos proponíamos a comenzar la andadura.

La andadura nos costó cuatro días y encontramos de todo, he de señalar que aquí la gente intenta alquilar cualquier cosa, es un gran negocio para ellos, con un idiolecto bastante macarrónico y asendereado. Pero nosotros sabíamos que aun había sol en las bardas y con nuestro sentimiento de bienquerencia estábamos dispuestos a superar la situación, para nada cómica y para nada segura.

Señalar también que la gente que viene de Erasmus viene con un propósito de auxilio, pues mi segunda noche la pase en una casa con David, un chaval de córdoba que me ofreció su casa para darme cobijo, en esa casa había diez personas más, que como yo, vagaban por un océano eviterno.

La tercera noche la pase junto a Alberto, un chaval de Madrid que me ofreció también alojamiento e indicaciones sobre más pisos, y una hospitalidad apabullante.

Mientras tanto, la mañana y tarde, era exclusiva para realizar papeleos en la facultad, una burocracia bastante más que pasota que la española y ya es decir… al mismo tiempo que te tienes que preocupar de buscar piso de allí para acá.

Los caciques de las casas, casi todos, piden lo impensable y no piensan lo que dicen y ofrecen, muy atrevidos en la logomaquia y en el euro.

Ya cansados de ir y venir y no llegar a ningún lado, encontramos la última posibilidad del día, y de la semana, pues en los fines de semana la gente no muestra pisos y tendríamos que ir a la buena aventura.

Llamamos por teléfono y quedamos a una hora, como de costumbre, nos recibe Pablo un chaval brasileño que nos ofreció cobijo y habitar la casa de forma inmediata, la casa está en el mismo centro de Bolonia, es muy amplia y acogedora y cerca de la fiesta y la facultad.

Le dijimos que nos la quedábamos y nos dio las llaves para hacer copias, mientras los demás iban a por birras para festejarlo y poder descansar embriagados.

viernes, 2 de octubre de 2009

" EL COMIENZO".


" Ha llegado ya la hora y por megafonía, claman mi presencia para que el vuelo 4337 destino Bolonia pueda despegar.
Mi asiento junto a la ventanilla me permite otear la fusión entre cielo y tierra, con unas vistas espectaculares, una sensación como si conforme el avión ascendia todo abajo quedaba inmóvil, en calma. Aún así, ya estaba en Bolonia.
Mi primera sensación fue una irisación que recrorrió todo el interior de mi cuerpo.
Sentía una cierta tendencia boecia de hombre práctico, pero había venido a equivocarme y con el diccionario en mano; estaba de sobra preparado.
Comienzo mi andandura en tierras de bolonia con una expresión boquiabierta e impávida, por un lado porque había imaginado bastantes noches aquel paisaje, y para nada era el esperado, todo era como un cuadro y con una escasa neblina.
Por otro lado la intranquilidad de saber que la aventura había comenzado, con una mezcla de incredibilidad, pues hasta días posteriores no asumí mi ubicación.
Estaba en Bolonia y todo aquí es diferente, la ciudad tiene siete secretos que la gente tiene que ir descubriendo, a día de hoy ya sé cuatro., pero eso será otro apartado para más adelante, mientras tanto, seguiré viviendo."