Mirabilandia; Cumple de Wendy.
Vivaaaa!!! Vivaaaaa!!!! Al parque de atracciones.
Con motivo del cumpleaños de nuestra querida, insuperable, inigualable e inestimable Wendy. decidimos darle la sorpresa de llevarla al ambiente que ella siempre contagia. Diversión, carcajadas, ganas de mas, alegría que se respira en un ambiente como mirabilandia (Ravenna)
El parque de atracciones está ubicado en Ravenna, cerca del mar adriático. Y donde en sus arenas transcurrió uno de de esos días de sol, playa y frio. Que con una mezcla de sosiego que te enfunde el mar y su sonido. Con un nerviosismo latente producto de nuestras locuras. (Recuerdos inolvidables). Pues como no, un pequeño pueblo por el cual no pasan ni autobuses. Se vio felizmente animado por una pandilla de colga@s, borrachos... En fin buena gente. MI gente.
El parque tiene un animismo muy particular, te induce a un pequeño mundo de fantasía completamente.
Había atracciones de agua que gracias al sol radiante y el entorno soñador, se podían utilizar.
Que grande fue aquella naumaquia de agua, donde acabado mojado hasta el matrimonio colindante a la gran batalla.
También tiene una montaña rusa invertida, Katun.
La primera vez que subí, me invadió un cierto pánico, incluso quise bajar de la atracción. Pero mi Teresoty que estaba aún más asustada que yo me inspiro confianza y seguridad al estar a su lado.
Cuando se encajaron las protecciones un tremebundo suspiro me recorrió por dentro.
Nesciente sobre qué pasaría, cerré los ojos durante los primeros metros del trayecto.
Una mezcla de apepsia y apoteosis invadían mis carcajadas y bienestar. Y fruto de ello y ante una mirada grupal, decidimos volver corriendo a la cola. También recuerdo que alguien, Tere. Gritaba que era mejor que un orgasmooo!!! Compartía tal afirmación y fue por eso por lo que repetimos hasta en seis ocasiones seguidas.
La caída libre también fue una atracción bastante socorrida y empleada. Por no hablar del Speed, (no el de la nariz), una atracción que era una montaña rusa con bastantes looping que facilitaban la digestión.
Después de todo un día agotador, abandonamos el parque para ir al hotel.
Allí conocimos a una familia que nos recordará siempre, que se despidió de nuestra Wendy con un palmetazo en el culo.
Fueron dos días con unos individuos que no cambiaría por nada.